A todas nos parece que Karina Mazzoco es una hermosa mujer. Y la bancamos.
Pero esto de la “Lucha por no arrugar”…. Ya nos ha hartado.
La campaña ya tiene varios años, pero un nuevo spot que insiste con el slogan de “no arrugar” nos da por escribir. Porque, ya saben, en De calzones queremos mirar lo invisible.
Para una espectadora desprevenida este comercial es motivador. Hasta emocionante! Quién no quisiera pasar los 40 como Karina Mazzoco!
Al verlo, una, inocentona, siente orgullo y hasta deseo de pertenecer a esta liga de mujeres tan valientes, que no aflojan, que se enfrentan a sus miedos.
A usted le parece que esta lucha es una noble superación personal y de género.
Pero cuidado Señora! Es una trampa!
Fíjese que Karina dice: “Le decimos No al miedo a PASAR POR UNA OBRA Y QUE NO NOS DIGAN NADA”
Si le ponemos la lupa vemos que la máxima subyacente es: Estimada Mujer, debe luchar estoicamente y con toda su alma y su bolsillo por seguir siendo siempre joven, sexy, seductora. Objeto de deseo ofrecido a la mirada del otro, que es siempre superior, siempre hombre. Es maravilloso.
Señora, yo le digo y créame: esta es una batalla perdida. Por mucha Hynds que usted se ponga, a lo sumo llegará resbaladiza a la tumba. Al CEO de Hynds le importa un bledo. Lo importante es que usted luche y gaste.
No lo logrará.
Se arrugará antes o después. Sus músculos perderán tonicidad, le aparecerán muchas arrugas y dejarán de silbarle por la calle.
Por este motivo tan innegable y rotundo, desde De Calzones le recomendamos que no compre cremas. Con todo ese dinero, haga un viaje que recuerde y relate dentro de 20 años. Ocúpese de ser feliz, de ser bella por dentro, en su espíritu; de ser rica y luminosa en el alma, para que sea un gusto escucharla hablar, y sólo se acerquen a usted quienes la amen en su esencia.
Dejo acá el maravilloso documental que compartieron las Chicas Malas deja claro lo tremendo de cambiarse nada menos que la cara, en la que hay 45 músculos nada mas que para expresas emociones. Mucho que pensar.
Todo es político.
Dedé.